La creación de este menú fue especial, ya que el cliente solo contaba con los colores neutros, el blanco y el negro. A partir de esta base elaboramos una paleta de colores consistente para la carta. Elegir una fuente clara y legible para facilitar la lectura, tanto de cerca como de lejos sin perder la esencia, ya que se busca un diseño y estilo único donde no se pierda lo sencillo. Incorporar imágenes de los platos, si bien ayuda a los clientes a visualizar lo que van a pedir y pueden hacer que el menú sea más atractivo, en ocasiones puede volverse visualmente cargado en una carta. Por eso elegimos un diseño sencillo, dejando de fondo la imagen alusiva de algunos alimentos, que promuevan el disfrute de los deliciosos aromas de la cocina, que invitan a disfrutar la atmosfera del restaurante.